LA RAÍZ DE LA VID: SU ESTUDIO ES GARANTÍA DEL INCREMENTO DEL POTENCIAL PRODUCTIVO - page 5

CENTRO DE ESTUDIO DE LA VID
ARTÍCULO DE EXTENSIÓN, AÑO 2005
UNIVERSIDAD DE CHILE
Director: Dr. sc. agr. RODRIGO CALLEJAS R.
Sub Director: Agr. Ph D. CLAUDIO PASTENES V.
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CEVID. Centro de Estudio de la Vid, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile.
Santa Rosa 11315, La Pintana, Santiago, Chile; Casilla 1004, Santiago. F:56-2-9785727
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Los tratamientos de control de nematodos tienen como objetivo último permitir que las raíces crezcan sin las limitaciones que
significan los nemátodos (Magunacelaya, 1995). Diferentes variedades de vides varían en sus estados fenológicos y los
momentos en los cuales se producen los incrementos de tasas de crecimiento de raíces. La determinación de los momentos de
crecimiento de raíces para las diferentes variedades de vides, en las diferentes localidades del país, permitirá disponer de
mejor información para conocer los rangos de tiempo en que se pueden realizar los tratamientos de agroquímicos
nematicidas.
La acción de los nematodos se traduce en un daño a las raíces, las cuales no pueden expresar su crecimiento al ser mutiladas
por los procesos de alimentación de estos nematelmintos, dado que con sus estiletes succionan los líquidos celulares,
destruyendo las células de los extremos de la raíz, las que presentan la mayor actividad de división celular. Es en este sector
de la raíz donde se expresa la mayor potencialidad de crecimiento (Magunacelaya, 1995).
La planta requiere del crecimiento de raíces en postcosecha para acumular reservas que serán utilizadas a inicios de la
temporada siguiente para el crecimiento de los brotes. Posteriormente en la temporada su accionar debe suplir las sustancias
para el crecimiento de primavera, que utilizará esencialmente para hacer crecer la baya. Sin crecimiento de raíces, la planta
no puede expresar todo su potencial.
Los productos químicos nematicidas permanecen poco tiempo en el suelo manteniendo su actividad letal, por lo que los
momentos en que deben ser aplicados tienen que ser bastante precisos. Si la aplicación se hace tardíamente, se corre el riesgo
de obtener un mal control. Si la aplicación se hace muy temprana, es probable que el producto tampoco cumpla su función
(Magunacelaya, 1995)
Crecimiento de la raíz y posible uso de pesticidas aplicados vía suelo
Existen diversos ejemplos que muestran que la mejor forma de controlar una plaga es en forma sistémica a través de
aplicaciones al suelo. En el caso de la vid, el chanchito blanco se presenta como plaga clave, siendo un insecto muy difícil de
controlar, toda vez que aparece atacando un parronal. Si bien la intensidad del ataque puede disminuir mediante el control
químico convencional, existen un sin número de factores que hacen que su control por vía aérea sea muy ineficiente
(Callejas, 1992; Sazo y Callejas, 1992). En este último tiempo, los productores tuvieron acceso a un nuevo insecticida
(Confidor®, Bayer), que es factible de ser utilizado en aplicaciones al suelo. Sin embargo, el control de los chanchitos
blancos se presentó bastante errático en este tipo de aplicación, existiendo predios donde el control fue excelente y donde
otros totalmente deficiente. Nuevamente cabe la pregunta: ¿En qué momento ocurren los “peak” de crecimiento en las raíces,
que permitan una mayor capacidad de absorción del insecticida?. Aquí no existen recetas, solamente queda el trabajo de
obtener la información sobre la periodicidad del crecimiento de las raíces, un protocolo sencillo de evaluación del tamaño del
sistema radical que pueda ser llevado a cabo por el productor y, si es posible en caso de no tener un rizotrón o cámara de
seguimiento del crecimiento de las raíces, la información para correlacionar este parámetro con la temperatura de suelo.
Todos estos puntos, deberían venir indicados como referencia en la etiqueta de un insecticida que debe ser utilizado vía
aplicación al suelo.
Crecimiento de la raíz, producción de citoquininas y su relación con el desarrollo de las plantas
Esta hormona es sintetizada principalmente en la raíz y específicamente en la zona apical. Richards y Rowe (1977)
demostraron la estrecha relación que existe entre el número de puntas de raíces en activo crecimiento y el número final de
hojas generadas. Esta correlación sugiere que la continua producción de citoquininas (Ck) por parte de la raíz, juega un rol
fundamental en el crecimiento del brote. Adicionalmente esta hormona es muy importante en otros estados de desarrollo de
la planta, particularmente cuando comienza el crecimiento del fruto.
Es difícil descifrar la relación que podría existir entre el crecimiento de la raíz bajo nuestras condiciones edafoclimáticas y las
Ck. Aún más complejo es definir el rol que tendría en algunas zonas del país, donde las raíces no pararían de crecer durante
el invierno, pero sin embargo, no se toman las precauciones de mantener las condiciones de humedad del suelo. Se ha
planteado que las Ck son fundamentales para el adecuado desarrollo de la yema e inclusive durante el invierno (Weaver
et
al
., 1965; Mullins, 1967), relacionando ese proceso fisiológico y morfológico al accionar de la raíz. Por lo tanto, la pregunta
que se están haciendo algunos productores: “¿Bajo mis condiciones climáticas, siguen creciendo las raíces?”, incógnita que
cobra un importante papel en el manejo del parronal, al momento de interpretar los resultados productivos anuales.
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