LA RAÍZ DE LA VID: SU ESTUDIO ES GARANTÍA DEL INCREMENTO DEL POTENCIAL PRODUCTIVO - page 6

CENTRO DE ESTUDIO DE LA VID
ARTÍCULO DE EXTENSIÓN, AÑO 2005
UNIVERSIDAD DE CHILE
Director: Dr. sc. agr. RODRIGO CALLEJAS R.
Sub Director: Agr. Ph D. CLAUDIO PASTENES V.
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CEVID. Centro de Estudio de la Vid, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile.
Santa Rosa 11315, La Pintana, Santiago, Chile; Casilla 1004, Santiago. F:56-2-9785727
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Manejo del riego y su relación con las raíces
Bresler (1977), citado por Salgado y Lazo (1997), afirma que el sistema radical de árboles frutales se adapta al volumen de
suelo mojado por el sistema de riego localizado, aumentando la densidad radical y la eficiencia de extracción de agua y
nutrientes.
Los sistemas de riego pueden afectar la distribución de la raíz, localizándose principalmente dentro del volumen húmedo bajo
los goteros. A pesar que se forman raíces entre los surcos durante primavera y otoño, cuando las lluvias proporcionan agua al
suelo (en el área de la entre hilera), el patrón de distribución de las raíces se ve más influenciado por el sistema de irrigación,
y en menor medida por la lluvia (Van Zyl , 1988), especialmente en zonas áridas.
En suelos de origen y estructura diferente, la mayor parte de las raíces en la vid se presentan en el primer metro, aunque
algunas raíces individuales pueden penetrar a profundidades de seis metros o más (Van Huyssteen, 1988). En la parte
superior de esta zona se concentran las raíces laterales finas, comprendiendo la mayor parte del área de superficie absorbente
(Richards, 1983).
El déficit hídrico que tiene lugar en la planta bajo determinadas condiciones, es el resultado de una compleja combinación de
factores edáficos, biológicos y atmosféricos. Un déficit hídrico puede afectar a un conjunto de funciones fisiológicas de la
planta, pero el efecto más importante incide sobre la producción (Martín de Santa Olalla y Valero, 1993). El déficit hídrico
también produce importantes cambios en los niveles hormonales, aumentando de manera significativa los niveles de ABA en
la planta, alcanzando valores 40 veces superior con respecto a los niveles de plantas bien hidratadas (Barceló, 1990),
alterando el crecimiento de la parte aérea. Un déficit de agua en la planta reduce el crecimiento de la baya y el impacto es
mayor cuando la restricción ocurre durante la primera etapa del crecimiento de ésta, el que no es recuperable después (Gil,
2000).
Debido a los buenos resultados de las pruebas de poda de raíces, temprano en postcosecha, se está estudiando si este manejo
es una buena herramienta de manejo del déficit hídrico localizado y la promoción de desarrollo de nuevas raíces en el suelo,
en parrones de bajo potencial productivo. Dado que normalmente los sistemas de riego localizado no tienen la capacidad de
mojar la entrehilera y la presencia en muchos casos de altos niveles de sales en el agua de riego, lo que imposibilita mover las
mangueras, es que se está evaluando si el corte a ambos lados de la planta permite mejorar las condiciones de los parrones.
Considerando que no se tiene información de la tasa de crecimiento anual de las raíces, se ha propuesto hacer el corte unos 20
cm por detrás del punto de inicio de la zona que en plena temporada se seca, ya que aparentemente durante los dos años
siguientes, éste es el lugar que es repoblado profusamente con raíces nuevas, lugar que debe tener una adecuada
disponibilidad de agua. Sin embargo, se requiere de un trabajo sistemático para aclarar estas dudas y ratificar los buenos
resultados, descartando efectos colaterales negativos.
Comentarios finales
Sin tomar en cuenta el rol de almacenamiento de reservas por parte de las raíces, se ha planteado que gran parte de las
funciones de este órgano parecen ser más operativas cuando el sistema radical presenta un activo crecimiento (Richards,
1983), situación que se encontraría directamente relacionada con un mayor potencial productivo de los parrones. Lo anterior
nos obliga a entregarle a la raíz todas aquellas condiciones que favorezcan la prolongación de su ciclo de crecimiento y la
ramificación del sistema en el suelo.
Si bien lo anterior parece algo obvio, en la práctica no ha sido utilizado como una herramienta de mejora del potencial de las
plantas, dado principalmente por el desconocimiento que existe de esta parte de las vides por la gran mayoría de aquellos que
trabajan en la producción de uva de mesa.
Bajo este contexto y a modo de resumen, podríamos reiterar cuatro puntos críticos que deberán enfrentar los productores, y
que hacen necesario el estudio de éste órgano:
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