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ANTUMAPU PROFESIONAL
. COLUMNA DE OPINIÓN. INVIERNO 2016
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Dirección de Desarrollo y Transferencia Tecnológica
una atenuación de los procesos de “Inhibición
Correlativa”, condición necesaria para que el
órgano, o parte de él, que es dominante (ápice
de brote o ápice del racimo) y por balance
hormonal, permita promover un mayor aborto
de órganos dominados, en este caso las bayas.
Con malas condiciones climáticas la dominancia
del órgano dominante es menor, alterándose el
normal comportamiento, permaneciendo en el
racimo muchas bayas que debería abortan bajo
condiciones normales de clima. Es probable que
un menor potencial de inhibición del brote
sobre el racimos y por ende mayor retención de
bayas, se maximicen por el uso de citoquininas
cercanas a flor.
El proceso de inhibición correlativa también se
puede alterar por condiciones de exceso
humedad en el suelo durante la floración,
debido a una reducción de la actividad de la
planta y sus brotes.
Adicionalmente, es importante considerar que
el reforzamiento de este proceso a través del
uso de reguladores de crecimiento como lo es
el ácido giberélico, puede verse alterado por
una gran diversidad de estados fenológicos
cohabitando juntos en las plantas, generándose
y sin querer, mayor retención de uvilla.
Controlar excesivas aplicaciones de urea foliar o
al suelo para combatir la uvilla, dado que puede
provocar problemas sobre la viabilidad de las
yemas en formación, para el siguiente año.
C)
Estar atento a la generación de una mayor
proporción de racimos más livianos, pequeños,
cilíndrico (“atubados”); lo que puede repercutir
en menores rendimientos.
Normalmente y en años con primaveras frías o
presencia de heladas primaverales, generan al
año siguiente racimos con menor desarrollo
morfológico (menos globosos o cónicos),
registrándose un menor peso promedio por
racimo (
Figura 11
).
Figura 11. Racimos de diferentes formas y
peso. Se hace indeseado el incremento de
racimos cilíndrico (izquierda).
El análisis de yema no permite adelantarse a
esta problemática, pero es importante tener en
cuenta que existe la tendencia, en muchos
parronales y condiciones edafoclimáticas, a una
mayor probabilidad a tener racimos de
hombros más pequeños y de forma cilíndrica en
yemas de la base del brote (
Figura 12
), lo que
obliga a evaluar la poda en cargadores de
tamaño medio o largos, según sea el caso y el
conocimiento que se tenga de la unidad
productiva. Posteriormente, al momento del
ajuste de carga se debe ser muy cuidadoso, con
el objetivo de retener los racimos de mayor
potencial de crecimiento y eliminar los más
pequeños.
Figura 12. Racimos de diferentes formas y
peso en función de la posición en el cargador.
D)
La implementación de tecnología para regar
en forma óptima, es una condición básica en la
1,2,3,4 6,7
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