Exceso de agua y falta de oxigeno - page 2

ANTUMAPU PROFESIONAL
. VOLUMEN 3. NÚMERO 1. OTOÑO 2016
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UCHILECREA-UNIVERSIDAD DE CHILE
oxígeno en el suelo. Normalmente la
preocupación de productores y asesores técnicos
se centran en evitar cualquier condición de
estrés hídrico por falta de agua de riego, pero en
esta tarea y debido a los métodos subjetivos de
control del riego que utilizan, terminan por
mantener, en muchos de los casos, los suelos
frecuentemente saturados.
Neira et al. (2015) plantean que la deficiencia de
O
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en el suelo puede tener efectos negativos
directos e indirectos sobre las plantas, lo que
alteraría su normal desarrollo. Entre los efectos
negativos directos, que provocan cambios
metabólicos
y
promueven
procesos
fermentativos, se señalan:
A)
Respiración de las plantas, disminuyendo la
energía metabólica (ATP) y carbono, afectando
drásticamente los procesos de crecimiento y
formación de nuevos componentes vitales para
las plantas (Taiz y Zeiger, 2010). A modo de
ejemplo, es común observar parronales con
alrededor de 7 años de edad (algunos años
posterior a su entrada a plena producción) que
muestran un pobre crecimiento vegetativo y que
se han denominado “parrones en la UTI”, su fruta
es de pobre calidad y normalmente terminan por
ser replantados.
B)
Alteración de la absorción de agua (Taiz y
Zeiger, 2010), mostrando síntomas las plantas
como si estuvieran bajo estrés hídrico por falta
de agua. En la práctica, se ha registrado esta
condición a través de la evaluación del potencial
hídrico xilemático. Frente a esta situación, que
podría estar acompañada por un exceso de
etileno (ver más adelante), se enfrenta el
problema incrementando el volumen de agua a
través del riego, creyendo equivocadamente que
están solucionando el problema.
C)
Absorción de nutrientes (Drew, 1997; Stevens
y Prior, 1994), limitando el acceso de N, P y Ca.
Entre los efectos indirectos, se mencionan:
A)
Generación de compuesto tóxicos para las
plantas a partir de la materia orgánica, tales
como etileno, ácidos fenólicos y ácido acético
(Hillel, 2003; Lal y Shukla, 2004).
B)
Incremento de la solubilidad del carbonato de
calcio, afectando la solubilidad del Fe induciendo
clorosis férrica.
C)
Reducción de Mn, incrementándose en la
planta a niveles fitotóxicos (Taylor y Ascroft,
1972) y que es posible de constatar en la
actualidad en los análisis foliares de parronales.
D)
Descomposición anaeróbica de materia
orgánica, incrementando los niveles de amonio
(Lal y Shulka, 2004), así como metano (CH
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) y
ácido sulfídrico (H
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S).
Adicionalmente, la literatura señala que el
exceso
de
agua
interfiere
el
normal
comportamiento del etileno en el suelo por falta
de O
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, provocando el bloqueo del paso de 1-
aminociclopropano-1-carboxílico (ACC) a etileno,
produciéndose la absorción de ACC por las raíces,
el cual migra a la parte aérea y en presencia de
O
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se transforma en etileno en las hojas y
probablemente en los frutos, provocando colores
amarillos y epinastia (Malladi y Burns, 2007). En
esta misma línea, Salazar (2015) señala que
también se incrementarían los niveles de ácido
abscísico (ABA), hormona involucrada en el cierre
estomático y disminución de la transpiración de
las plantas y que normalmente se asociaba a
estrés hídrico por falta de agua de riego.
Finalmente, el exceso de agua de riego y por
ende los bajos niveles de oxígeno provoca menor
presencia de raíces en el bulbo de riego,
malformaciones o destrucción de las mismas,
afectando en forma categórica el crecimiento
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