PÉRDIDAS DE PRODUCCIÓN POR FALLAS EN LA FECUNDACIÓN, COMPETENCIA Y ANORMAL DESARROLLO DE LAS BAYAS EN VID VINÍFERA - page 2

CENTRO DE ESTUDIO DE LA VID
ARTÍCULO DE EXTENSIÓN, AÑO 2004
UNIVERSIDAD DE CHILE
Director: Dr. sc. agr. RODRIGO CALLEJAS R.
Sub Director: Agr. Ph D. CLAUDIO PASTENES V.
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CEVID. Centro de Estudio de la Vid, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile.
Santa Rosa 11315, La Pintana, Santiago, Chile; Casilla 1004, Santiago. F:56-2-9785727
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es importante considerar que en todos los frutales, desde el momento que el tubo polínico llega al ovario, comienza un
proceso complejo de competencia entre los frutos generados, determinando cuáles de ellos completarán un normal desarrollo
en la planta hasta el final de la temporada. Es importante mencionar que en la práctica estos problemas productivos podrían
ser provocados o potenciados adicionalmente por otros factores tales como ataque de enfermedades, plagas, clima y manejo.
Corrimiento y “millerandage”
La expresión de las problemáticas antes planteada se observa a nivel del racimo y son conocidas como corrimiento y
“millarandage”, sin embargo, es común que los productores confundan ambos términos, denominando todo anormal
desarrollo morfológico del racimo o de las bayas como “daño productivo debido al corrimiento de la variedad”.
El concepto de corrimiento
Es definido como el accidente que padece el racimo de la vid en la época de la florescencia cuando se imposibilita o
entorpece la fecundación y resultan los racimos desmembrados, con pocas bayas desarrolladas o definitivamente sin frutos
(
Foto 1
).
Foto 1.
Corrimiento en la variedad Carmenère
El concepto de “millerandage”
Conocido también como fragmentación o racimos con “uvillas”, es definido como el accidente que padece el racimo de la vid
posterior a la cuaja, donde los racimos siguen su desarrollo pero presentando bayas sin semillas, con una marcada diferencia
en el tamaño. Algunos estudios señalan que esta condición se generaría por un desbalance en los niveles de poliaminas y
ácido abscísico.
Adicionalmente al tamaño, el color de estas pequeñas bayas a la cosecha pueden generar dos tipos de “millerandage”: a) uno
donde las bayas pequeñas permanecen de color verde hasta el final, cuya estructura parece fijada a la condición de bayas
recién cuajadas y b) el caso en que las bayas pequeñas logran madurar normalmente, pero con una acumulación paulatina de
almidón en la pulpa (
Foto 2
). Si bien se puede pensar que estas bayas pequeñas de color negro no provocan graves problemas
productivos, hay un efecto claro sobre la estimación de cosecha, ya que se plantea que para obtener 100 g de bayas se
necesitan 50 bayas normales (13 mm), elevándose a 1000 bayas cuando el diámetros solo logra alcanzar 5 mm.
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