PÉRDIDAS DE PRODUCCIÓN POR FALLAS EN LA FECUNDACIÓN, COMPETENCIA Y ANORMAL DESARROLLO DE LAS BAYAS EN VID VINÍFERA - page 5

CENTRO DE ESTUDIO DE LA VID
ARTÍCULO DE EXTENSIÓN, AÑO 2004
UNIVERSIDAD DE CHILE
Director: Dr. sc. agr. RODRIGO CALLEJAS R.
Sub Director: Agr. Ph D. CLAUDIO PASTENES V.
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CEVID. Centro de Estudio de la Vid, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile.
Santa Rosa 11315, La Pintana, Santiago, Chile; Casilla 1004, Santiago. F:56-2-9785727
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inhibición correlativa entre los órganos o parte de ellos (competencia entre bayas, entre inflorescencia, entre el brote y el
racimo), así como por procesos de “fisiología funcional” y “deficiencias transitorias” generados a nivel del racimo.
Nutrición mineral: impacto sobre la fecundación, cuajadura y estructura del racimo
Aproximadamente el 95% de los constituyentes de la vid lo conforman el C, H y O. En el 5% restante se incluirían los otros
macronutrientes (N, P, S, K, Ca y Mg), así como los micronutrientes (Fe, Zn, Mn, B, Cu, Mo, Cl). Esto obliga a mirar la
condición nutricional de un viñedo en forma más integral y compleja, dado que en un sin número de ocasiones los problemas
se tratan de solucionar abordando un elemento específico, sin considerar la jerarquía de la importancia de los factores
involucrados.
El inicio de todo cuestionamiento respecto de un programa nutricional, debe partir con la revisión de aquellos factores que
modulan la fotosíntesis de la planta y el criterio de riego empleado durante la temporada. Estas dos grandes áreas del manejo
del viñedo impactarán directamente sobre el estatus nutricional de la vid, ya que se estaría afectando los principales
constituyente de la planta (C, H y O). Adicionalmente, habría que evaluar la condición de los demás nutrientes, dado que
cada elemento es fundamental para un adecuado desarrollo y si uno falla, por mínimo que sea su requerimiento, se altera el
normal desarrollo de la planta o parte de ella.
Antes de analizar algunos elementos por separado en relación al corrimiento, en la práctica es importante ubicarse
mentalmente en un viñedo determinado y evaluar si el problema es de tipo macro, por ejemplo: falta de hojas sanas, mal
criterio de riego, mala calidad de raíces, etc., o problemas puntuales respecto de uno o varios elementos, dado por las
características edáficas y del agua de riego del sitio donde esta establecida la unidad productiva. En otra palabras, si el
problema es de tipo macro, será imposible solucionar el problema nutricional con aplicaciones foliares de uno o varios
nutrientes.
Como ya se mencionó anteriormente, si existe un adecuado estatus nutricional de la mayoría de los macroelementos, las
causas principales del corrimiento se concentran en: boro, zinc, calcio, fósforo y hierro.
Boro
Así como con la mayoría de los nutrientes, el B tiene un rol indirecto y directo sobre el corrimiento de los racimos en la vid.
Hablamos de un papel indirecto, ya que los efectos fisiológicos del B en la vid son innumerables, tanto en el ámbito del
crecimiento, la floración, formación de los frutos y calidad de la materia prima generada. Es uno de los mircroelementos
cuyos efectos en la planta son comparables a los ejercidos por el P. La literatura menciona que cerca del 50% del B en la
planta se encuentra localizado en la pared celular, por lo que es fundamental en la estabilidad de este tipo de estructura. La
deficiencia de B induce la acumulación de pectinas, engrosando las paredes celulares. En algunos casos, se puede producir la
acumulación de estas sustancias en el floema, reduciendo su capacidad de transporte. Otro efecto indirecto del B tiene
relación con el Ca, ya que juega un rol fundamental en la absorción de este elemento, su transporte y en su accionar en la
planta. Esta función afectaría la conformación de los tejidos que se encuentran relacionados con la generación de los sitios de
abscisión de los frutos.
Finalmente es importante señalar, que este elemento juega un rol fundamental en el crecimiento del sistema radical y
desarrollo del sistema vascular (xilema, floema), por lo que se desprende que la dotación de otras sustancias vitales para el
buen desarrollo de los órganos de la vid, depende en forma categórica de un adecuado nivel nutricional del B.
Respecto al efecto directo sobre el corrimiento, se señala que este elemento jugaría un rol central en la germinación del polen
y el crecimiento del tubo polínico. Para que ocurra en forma óptima esto último, se necesita una adecuada dotación de
nutrientes, entre ellos el B, pero adicionalmente una carga de hormonas proveniente del grano de polen y presentes en el
estigma de la flor. Hay antecedentes que señalan que una deficiente concentración de este elemento, activaría
exacerbadamente el accionar de la enzima IAA-Oxidasa, la que destruiría las auxinas presentes y necesarias para el normal
crecimiento del tubo polínico.
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