EL PALO NEGRO Y RAQUIS DÉBILES: APLICACIONES TEMPRANAS DE FERTILIZANTES FOLIARES BAJO UNA VISIÓN INTEGRADA DEL PROBLEMA. - page 10

CENTRO DE ESTUDIO DE LA VID
ARTÍCULO DE EXTENSIÓN, AÑO 2005
UNIVERSIDAD DE CHILE
Director: Dr. sc. agr. RODRIGO CALLEJAS R.
Sub Director: Agr. Ph D. CLAUDIO PASTENES V.
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CEVID. Centro de Estudio de la Vid, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile.
Santa Rosa 11315, La Pintana, Santiago, Chile; Casilla 1004, Santiago. F:56-2-9785727
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El efecto del exceso de nitrógeno amoniacal, aumento de la concentración de putrescina en el tejido y su relación con los
bajos niveles de K, está ampliamente descrito en la literatura (Cooper, 1973; Christensen y Swanson, 1974; Jordan 1984;
Christensen y Boggero, 1985, Silva
et al.
, 1986; Pérez, 1990; Jordan
et al.,
1991; Ruiz y Moyano, 1994). Se menciona que
niveles por sobre 2000 ppm de nitrógeno amoniacal, presentan una importante correlación con la presencia de Palo Negro en
los parronales. Sin embargo, en la práctica, a pesar del cambio de las fuentes nitrogenadas, de amoniacales a nitratos, y rebaja
en los niveles de las dosis de referencia, no se ha erradicado el problema, comprobándose la complejidad de esta patología.
Estudios señalan que tejidos enfermos mostraron, en relación a los sanos, 40% y 20% menos cantidad de Mg y Ca,
respectivamente (Stellwaag-Kittler, 1968). Si bien otros autores no encontraron una directa relación entre la alteración y los
contendidos de Ca, Mg, K y B (Claus, 1965), se menciona que este desorden fisiológico se generaría por un desequilibrio
entre los elementos a nivel del pedicelo y el raquis, más que por deficiencias puntuales de uno de ellos. A pesar que las
principales relaciones se refieren a K/Mg, K/Ca y K/Mg+Ca; habría que considerar en futuros estudios el rol del B y Zn, en
estas combinaciones.
Las deficiencias de Zn también estarían jugando un importante papel en este desorden fisiológico. Para que un racimo y/o
baya esté bien dotada de nutrientes y hormonas, especialmente citoquininas, requiere de un sistema vascular bien
desarrollado. El Zn es precursor de la síntesis de triptofano (Marschner, 1998), que a su vez permite la formación de auxinas.
El transporte basipolar de esta hormona (Callejas, 1999), permite el adecuado desarrollo del sistema vascular, estructura
básica para que se produzca la llegada de hormonas y nutrientes al raquis y las bayas. Normalmente, bajo deficiencias de Zn,
se detecta un menor crecimiento de las hojas, de los internudos de los brotes, menor elongación del raquis y desarrollo de los
pedicelos de las bayas.
Por otro lado, el B juega un rol central en la calidad de la fruta por su estrecha relación con la absorción, transporte y accionar
del Ca. Manzanos con bajo nivel de este elemento, presentaron un corto período de almacenaje refrigerado (Perring y
Samuelson, 1988). Adicionalmente, cumple una importante función en los procesos de división celular (Dugger, 1973). Es
así como adecuados niveles en el tejido de la fruta, particularmente en las primeras semanas de crecimiento, presuponen un
mayor tamaño del fruto.
Deficiencias de B también están relacionadas con un menor desarrollo del sistema vascular y se presume que en forma
indirecta. Cuando existen bajos niveles de B, se incrementa el accionar de la enzima IAA-oxidasa, constatándose una mayor
destrucción de auxinas y por ende, menor presencia, transporte y acción de esta hormona.
Manejo de la carga frutal.
El manejo de la carga frutal es importante al momento de enfrentar este problem. Hifny y
Alleweldt (1972), trabajando con “Riesling”, demostraron que en la medida que aumenta el número de racimos por brote o el
número de bayas por racimo, aumenta sustancialmente la aparición de Palo Negro. De la misma forma, se señala que en la
medida que el racimo se ubica en brotes más alejado de la corona, presentan mayor probabilidad de palo negro. Hasta el
momento, no se ha determinado relación entre la tasa de crecimiento de los brotes y la intensidad del problema.
Uso de reguladores de crecimiento.
Theiler y Coombe (1985), sugieren que el desarrollo del palo negro está asociado a una
deficiencia de producción de hormonas por el fruto y que el momento más crítico sería en la floración e inicio de cuaja. Sin
embargo, los síntomas se manifestarían cercano al envero (pinta). Una buena vascularización del raquis y el pedicelo reduce
el ataque de Palo Negro, condición que puede ser modificada mediante la aplicación de Ácido Giberélico. Con respecto a lo
anterior, se ha observado que la adición exógena de Ácido Indol Acético y Ácido Giberélico, solo o combinado, permitiría
reducir la presencia del desorden desde un 25% a un 8% en promedio (Alleweldt y Hifny, 1972). De la misma forma,
aplicaciones combinadas de Ácido Giberélico (50 hasta 100 ppm) y la citoquinina Benzyladenina (100 hasta 800 ppm),
posterior a la floración, habría controlado este problema fisiológico.
Aplicaciones tempranas de fertilizantes foliares
Es poco frecuente que al enfrentar esta problemática, se haga un diagnóstico detallado de las condiciones bajo las cuales se
desarrolla un parronal y de esa manera, se determine una estrategia en forma integral y preventiva de este desorden
fisiológico.
Normalmente el Palo Negro se enfrenta controlando los niveles de amonio, vía análisis foliar, con el objetivo de bajar dosis o
cambiar la fuente nitrogenada. Paralelamente, se considera un mayor número de aplicaciones, preferentemente de Kamab-
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